Llonganissa de Vic

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La longaniza de Vic es uno de los embutidos más característicos de Cataluña y, sobre todo, uno de los más conocidos en todo el mundo a raíz de la Exposición Internacional de París de 1857. Hoy en día es uno de los signos de identidad más destacados de la Plana de Vic, donde cuenta con una tradición venerable que se remonta, como mínimo, al siglo XIV. No en vano, dispone de Indicació Geogràfica Protegida, y sólo se puede comercializar con una etiqueta que lo acredite. Su producción está muy controlada, hasta el punto de que en Vic sólo hay ocho productores. La decisión de otorgar una indicación geográfica específica responde, principalmente, al clima particular de la Plana. Rodeada de montañas, abundan las nieblas y las temperaturas son bajas, hechos que influyen en el proceso de maduración de la longaniza aportando un sabor exclusivo y peculiar. La longaniza sólo se elabora con carnes magras de cerdo seleccionadas, sal y pimienta negra, mezcladas con tocino cortado a dados y maceradas en frío durante unos días. Una vez la carne ha sido embutida, se deja secar durante un mínimo de 45 días. Durante este tiempo, genera una flora típica, de color blanquecino, que le otorga el aroma y el sabor característico. La mejor variedad es la que ha sido embutida en una tripa cular. En Vic existe un galardón anual llamado Llonganissa d’Or que premia la mejor promoción de los productos gastronómicos catalanes. El mercado semanal de Vic, uno de los más populares de Cataluña, es un buen lugar para adquirirla.
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