Campos de trigo y viñedos, pueblos de callejones adoquinados y picos de más de mil metros conforman la personalidad del Bages, una comarca repleta de contrastes en el corazón de Cataluña.

El Baix Llobregat es un destino ideal para hacer escapadas sorprendentes muy cerca de Barcelona. En el mar, el río o la montaña, hay tantas propuestas interesantes que no querrás quedarte en casa.

Barcelona tiene todos los atractivos de las grandes ciudades mediterráneas, más uno que la hace única: su comarca. La oferta cultural, gastronómica y deportiva del Barcelonès esconde secretos que debes conocer sin falta.

Un paisaje cautivador de montañas espectaculares y un territorio rico en leyendas. Descúbrelo a través de la vida rural, los placeres gastronómicos y las actividades en plena naturaleza.

Una tierra de payeses, marineros y artistas que vive entre la paz de la naturaleza y el bullicio de la fiesta. En el Garraf descubrirás playas, curiosos paisajes calcáreos y un interesante patrimonio modernista.

Entre playas y cordilleras, el Maresme es el paraíso mediterráneo por excelencia. Un espacio ideal para la práctica de actividades náuticas, con muchas propuestas alternativas para disfrutar también de la montaña.

Piedra y agua modelan un paisaje único que explica el paso del tiempo, la historia y la personalidad de un territori y sus habitantes, orgullosos de ser del Moianès.

Esta llanura rodeada por montañas sorprende con sus espacios naturales únicos y un patrimonio arquitectónico muy bien conservado. La riqueza de la comarca del Vallès Occidental es tan grande que cuesta creer en ella.

En el Vallès Oriental hay muchas maneras de disfrutar del tiempo libre. Paseos por la naturaleza, visitas culturales, acontecimientos deportivos y termalismo son las propuestas estrella de una comarca con muy variados atractivos.

Los paisajes del vino y el cava dan identidad al Alt Penedès, una comarca salpicada de masías y pequeños núcleos rurales que contiene un sorprendente patrimonio monumental y arqueológico.

L'Anoia es una tierra donde los valores tradicionales de payés están todavía muy presentes. La hospitalidad se considera un arte, y se practica con la pasión de quien convive con una natura áspera y seca. . 

Osona es una tierra donde el pasado y el presente se estrechan la mano con fuerza. Las huellas de los pastores, bandoleros y soldados que recorrieron sus caminos se perciben con tanta nitidez como sus historias.