La historia de Cal Soldevila se remonta a finales del siglo XIX, cuando los tatarabuelos de los actuales propietarios comenzaron a dar alojamiento y desayuno. Desde entonces ha funcionado como bar de pueblo, centro social o fonda. Actualmente disponen de dos salas de comedor con capacidad para unas cien personas, que pueden utilizarse como salones privados para celebraciones o reuniones de empresa. También disponen de una barra de bar y de dos amplios aparcamientos privados. La cocina es de mercado, con un toque de creatividad y con productos de proximidad. Todos los postres son caseros. Ofrecen menú de mediodía, menú degustación de temporada, platos para vegetarianos y celíacos, desayunos de tenedor y cuchillo y platos para llevar.
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