Miranda

Fue uno de los primeros espacios de Barcelona en apostar por las cenas espectáculo de ambiente y la apuesta les salió bien. El Miranda es uno de aquellos restaurantes donde es mejor no ir si se busca una noche tranquila o una conversación íntima. Más bien al contrario. Durante toda la cena, músicos, drag queens e incluso trapecistas animan la velada y procuran que no sólo se disfrute con la cena que se sirve en la mesa, sino con todo lo que rodea a este espacio. Aunque también abre al mediodía con sus menús, es durante la noche cuando el Miranda muestra todo su glamur y se convierte en un punto de encuentro perfecto para comenzar una noche que promete fiesta. El establecimiento, de decoración exagerada y kitsch, combina los rojos, azules, negros y dorados en todo su mobiliario. Una entrada completamente cubierta de piel de leopardo, los asientos con motivos damasquinados, una bóveda brillante, una enorme lámpara presidiendo el lounge... Con todo ello se busca un aire de espectáculo extremado donde quien viene a cenar ha de estar decidido a convertirse en protagonista. Entre un número y otro hay un momento para elegir cualquiera de los platos, con delicias como el mi-cuit entier de foie, o la tagliatta de ternera con rúcula y parmesano, además de otras ideas basadas en la cocina mediterránea y en los productos que llegan diariamente al mercado de la Boqueria. Dado que en el Miranda saben que la noche puede ser larga, también han elaborado una carta Alter Dinners, con sugerencias más ligeras que se pueden pedir, incluso, cuando ya no es posible cenar en ningún otro sitio. Y es que cualquier hora es adecuada para probar sus blinis de salmón noruego con salsa de rábanos, la bruschetta con caponata de berenjena o los clásicos sushi.
Precio medio
Medio

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