1. Sitges: platges i modernisme

Sitges es una propuesta que nunca te decepcionará. Si tienes ganas de playa, tienes 26 por escoger y buen tiempo asegurado: ¡320 jornadas de sol al año! Y después de un día de playa, te recomendamos un paseo por la tarde por el casco histórico de este antiguo pueblo de pescadores que conserva el auténtico espíritu mediterráneo.

Su belleza y su luz inspiraron a principios del siglo XX a diferentes artistas modernistas que han dejado un legado patrimonial envidiable. Los edificios más significativos son el Museo del Cau Ferrat y el conjunto de Maricel. Pero, también te recomendamos que te pierdas por las callejuelas sin rumbo y descubras rincones con encanto que no salen en las guías.

2. Les platges del Maresme

Pequeñas calas rocosas de arena blanca y grandes arenales de arena dorada bañan la costa de Maresme. En Calella encontrarás algunas de las playas más famosas de esta costa como la cala de la Roca Grossa, la Morer y la Platjola. Un sitio imprescindible de Calella es su faro, con unas vistas fascinantes.

Si sigues la costa hacia el sur, llegarás a Sant Pol de Mar, un pueblecito que todavía conserva la esencia marinera. Para terminar este recorrido, te recomendamos que llegues hasta Canet de Mar. Encontrarás un pueblecito salpicado de casas modernistas. Tienes que pasear por la Riera de Sant Domènec, con sus plataneros centenarios, y descubrir el legado del arquitecto Lluís Domènech i Montaner a través de su Casa Museo.

3. Montserrat: ruta i teca

Es la montaña más simbólica de Cataluña. Son muchos los visitantes que suben a ver a la Virgen de la Moreneta y al monasterio, pero ¿qué te parece hacer una escapada que te acerque a su entorno natural y acabar con una buena comida? Uno de los itinerarios que te permitirán tener una visión general del paisaje de Montserrat es la ruta que va del monasterio a la cima de Sant Jeroni, el pico más alto de esta montaña. Si prefieres una opción más relajada, elige el itinerario de las ermitas de Montserrat, un recorrido que te permitirá descubrir los pequeños templos construidos en medio de las rocas.

Elijas la opción que elijas, cuando vuelvas al monasterio, da un paseo por el mercado de payés, que cada día se instala junto al santuario. Encontrarás a los campesinos de los pueblos de los alrededores de Montserrat que ofrecen sus productos típicos: miel, requesón, quesos, pan de higos y otros.

4. Cripta Gaudí i colònia Güell

Una de las joyas modernistas del famoso arquitecto Gaudí se encuentra junto a Barcelona. Hablamos de la cripta de la colonia Güell, patrimonio de la Humanidad. Se puede decir que este espacio fue el laboratorio de Gaudí, el lugar donde el arquitecto probó sus arcos imposibles y todas las técnicas constructivas que finalmente acabó aplicando a la Sagrada Família.

Pero la cripta es sólo la guinda del pastel que representa la colonia Güell. No te pierdas un recorrido guiado por esta colonia industrial de origen modernista ni la permanente exposición sobre la visión global del espacio.

5. Jardins Artigas de Gaudí

Más Gaudí, ahora algo más lejos de Barcelona. En el pequeño pueblo medieval de La Pobla de Lillet podrás visitar los Jardines Artigas, un espacio donde naturaleza y arquitectura se fusionan en perfecta armonía y que fue un regalo del arquitecto a su mecenas, Eusebi Güell.

Una propuesta muy familiar ya que puede tomar el Tren del Cemento para llegar hasta los jardines. Este trayecto le permitirá rehacer parte del antiguo recorrido minero hasta la antigua fábrica de Ciment Asland, hoy convertida en museo.

6. Les vinyes del Penedès

A sólo 30 minutos de Barcelona puedes disfrutar del paisaje, la cultura y el vino y el cava del Penedès. Un territorio único en el que encontrarás museos y centros culturales imprescindibles para conocer a fondo la cultura del vino. Vinseum, en Vilafranca, es un lugar ideal para hacerse una idea de la historia vitivinícola del Penedès; y el Cava Centre, en Sant Sadurní, es donde tienes que ir si quieres saberlo todo del cava.

Para probar y vivir el vino, ¿qué te parece acercarte a algunas de las terrazas y wine bars? Si lo que quieres es pisar los viñedos, te recomendamos hacer una parte de la Ruta del Vino, con un montón de experiencias enoturísticas; seguir los caminos del cava haciendo alguna de las rutas a pie y en bici que hay señalizadas por toda la comarca.

7. El Montseny, reserva de la Biosfera

Si te apetece una escapada natural, pone rumbo al Montseny, un patrimonio universal reserva de la Biosfera. La mejor manera para descubrir este mosaico de paisajes mediterráneo y centroeuropeo de una biodiversidad extraordinaria es haciendo senderismo. Sólo así podrás acercarte a los bosques de alcornocales, encinas, hayas, castaños, bosques de pino y abeto, y pasear por los numerosos ríos y arroyos.

Para adentrarte en esta joya paisajística te proponemos partir del Centro de información de Can Casades, en medio del parque natural. Desde aquí salen diversas excursiones de distintas dificultades. Una de las más reconocidas y gratificantes es la que te llevará hasta el Turó de l'Home y las Agudas en 11 kilómetros y unas 5 horas. A pesar de su longitud, tiene una dificultad baja. Si vas con niños, una buena opción puede ser la vuelta al pantano de Santa Fe, un paseo corto y llano para hacer en familia que tiene una longitud de unos 3 kilómetros y se puede completar en una hora.

Elijas el que elijas, antes de ir consulta el servicio de Bus Parc para hacerlo en transporte público.

8. Cardona: castell i sal

A 585 metros sobre el nivel del mar, un castillo; a 500 metros, un centro histórico único; y a dos kilómetros bajo tierra, toneladas y toneladas de sal. El castillo de Cardona, su casco histórico y la Montaña de Sal forman un conjunto único en Cataluña. Conoce quiénes fueron los reyes sin corona visitando su castillo, el último reducto de la resistencia catalana durante la Guerra de Sucesión. Enamórate de sus calles y de las casas de los mercaderes de la edad media que todavía se conservan en el casco antiguo.

Por último, no te pierdas una de las visitas subterráneas más increíbles de Catalunya, y descubre porque la sal era el oro blanco más preciado del momento.

9. Vic i el Collsacabra

Vic conserva uno de los cascos antiguos más significativos de Cataluña, un pasado apasionante y una historia medieval muy interesante. Si lo combinamos con el Collsacabra y pueblos con encanto como Rupit, tenemos una combinación perfecta para una escapada inolvidable.

Te proponemos que empieces conociendo la ciudad a fondo, ya sea con una visita guiada por su casco antiguo o visitando alguno de sus museos, como el recientemente inaugurado Vicpuntzero, si te interesa más el arte, el más que reconocido Museo Episcopal. Si tu visita coincide con un martes o un sábado es imprescindible que dé una vuelta por el mercado semanal a la plaza Mayor, documentado desde el siglo IX.

Y muy cerca el pueblo con encanto de Rupit. Cruza su puente colgado, el punto más icónico del pueblo, y camina sin rumbo por sus calles empedradas. Guarda un rato para maravillarte con su entorno. Los riscos de Tavertet y el pantano de Sau regalan unos paisajes fascinantes, de esos lugares que nos permiten desconectar y tomar aire para afrontar la rutina con más ganas.

10. Joies del romànic

Cerca de Barcelona te esperan dos joyas románicas que no puedes dejar perder. Hablamos de la Seu d'Ègara, en Terrassa, y el monasterio de Sant Cugat, dos impresionantes conjuntos patrimoniales. La Sede de Égara está formada por tres iglesias: Santa María, San Miguel y San Pedro y conforman un conjunto monumental único en Europa. Con más de 1.500 años de historia, la Seu d'Ègara es el único ejemplo visigodo (siglos V-VIII) en la Europa Occidental que conserva decoración pictórica.

Y el monasterio de Sant Cugat tiene un claustro del siglo XII, que es uno de los más conservados del continente. Con 144 capiteles, todos ellos diferentes, puedes descubrirlo por tu cuenta o, si quieres profundizar más, a través de una de sus visitas guiadas.