1. Duerme en una cabaña en un árbol

Si miras arriba, escondidas en medio de un bosque de encinas y pinos, encontrarás hasta siete cabañas de madera colgadas en las copas de los árboles. Las Cabanes Dosrius no tienen electricidad ni agua corriente, así que si quieres vivir una aventura en la naturaleza este es tu plan. No te asustes que el confort está garantizado. De hecho, las cabañas son tan bucólicas que son ideales para una escapada romántica. También disponen de más amplias para que puedas ir en familia. La cena y el almuerzo te los dejan preparado en el suelo dentro de un cesto que tienes que subir con la ayuda de una polea. Un plan ideal para relajarte rodeado de naturaleza y silencio.

2. Descubre como hacían vino los romanos

En Teià tienes posiblemente una de las bodegas más antiguas del mundo. Si te gusta el mundo del vino, debes realizar la visita a la Bodega Romana de Vallmora, un yacimiento que recupera una antigua bodega romana donde ya hacían vino hace más de dos mil años. Se han recuperado las dolias y se han recreado las prensas que utilizaban para aplastar la uva. Tienes visitas guiadas los fines de semana y festivos a las 11h y una vez al mes la teatralizada, ideal para hacer en familia. Para completar la visita, acabarás con una copa de vino DO Alella y en el caso de los niños, un vaso de mosto. No olvides pasar por la tienda de vinos donde podrás encontrar, entre otros, los de las bodegas Joaquim Batlle, Masía Can Rueda, Bouquet de Alella y Alta Alella, bodegas que también son sostenibles y cuentan con el sello Biosphere.

3. Adéntrate en una casa modernista

Mataró esconde una pequeña joya que no se podía visitar hasta hace pocos años. Se trata de la Casa Coll y Regàs proyectada por Josep Puig i Cadafalch en 1898 por encargo del empresario textil Joaquim Coll i Regàs. Visitarla es adentrarte en un mundo estético donde el color, la luz y los espacios toman todo el protagonismo y te transportan en otra época. En la casa también se hace vermuts modernistas en un jardín pequeño y muy acogedor y para quien le gusten los retos también hay un escape room donde tendrás que resolver un misterio.

4. Relájate en una piscina con vistas

Dentro del centro neurálgico de Calella tienes la oportunidad de alojarte en un pequeño hotel con todos los lujos y dos piscinas, la de la azotea con vistas 360. Neptuno Hotel & Spa es un alojamiento acogedor lleno de rincones encantadores y un magnífico balneario para pasar unos buenos días de vacaciones. Playa por la mañana, piscina por el aperitivo y spa por la tarde o al contrario. Cada día puedes elegir el plan perfecto porque además, muy cerca, tienes unas playas increíbles: algunas amplias y de arena fina, otras con rocas desde donde tirarte al mar. Y es que las tres playas del pueblo, Grande, Garbí y Las Rocas, también disponen del sello Biosphere.

5. Actívate en el mar

Relajarte es mejor después de una buena dosis de deporte. Y de esto saben mucho los de Maresme Waves, una escuela y club de surf, paddle surf y skate al Masnou, a menos de 20 minutos de Barcelona en tren. Ofrecen cursos, clases y alquiler de tablas para disfrutar del verano y del mar. Un punto de encuentro para todos los amantes del mar y los deportes náuticos. Ves, te recibirán con una sonrisa y saldrás cargado de energía positiva.

6. Comparte el verano con los tuyos

Pies descalzos en la arena, una bebida muy fría y una mesa con vistas en el mar para compartir con quién más quieres. Pocos escenarios de verano mejoran este plan. Si quieres un buen lugar, apunta: Gingueta La Rotonda. En la playa del Masnou entre el puerto y junto a Maremse Waves. Así que ya tienes el día hecho. Ya sea para almorzar, comer, cenar o para tomar algo, este restaurante te ofrece una amplia oferta en un lugar inmejorable. Nosotros te recomendamos los calamares.

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