Seis historias de mujeres que tienes que conocer

Las mujeres han estado olvidadas durante décadas por los cronistas. Durante siglos, su papel ha quedado relegado al de esposas y madres y cualquier hecho destacado a menudo se ha atribuido a hombres cercanos o ha caído en el olvido. Por este motivo y a la puertas el 8-M queremos explicarte seis historias con protagonistas femeninas que han vivido a lo largo de todas las épocas. Sus biografías demuestran que fueron pioneras en diversos ámbitos de la vida social, política, cultural de las comarcas de Barcelona. 

1.  Gala Placidia, una reina romano-visigoda en Barcelona

Una mujer que protagonizó un auténtico juego de tronos en la Antigüedad. Hija del emperador romano Teodosio se implicó de lleno en la convulsa política del imperio en el siglo V d.C. Gala Placidia fue tomada como rehén por los visigodos cuando saquearon Roma en 410. Pero ella supo hacerse valer ante sus captores y, en 414, se casó con Ataúlfo. Tuvieron un hijo, Teodosio, e instalaron su corte en Barcino (Barcelona).

En 415, Ataúlfo fue asesinado por una conspiración palaciega. Su hijo murió poco después y fue enterrado cerca de Barcelona (algunas fuentes dicen que en Sant Cugat). Ella regresó a la corte de su hermano, el emperador Honorio. Se volvió a casar y tuvo un hijo, Valentiniano, y una hija, Honoria. Cuando falleció su hermano, su hijo pasó a ser el nuevo emperador, pero era menor de edad. Así que Gala Placidia gobernó como regente del imperio de occidente entre 425 y 437.

  •  Si quieres saber más sobre los romanos saca la agenda porque la oferta es bien completa. En el  Museo de Mataró podrás visitar Iluro, ciudad romana una exposición permanente sobre el pasado de la ciudad. También puedes descubrir una vila romana en el Clos Arqueològic de Torre Llauder y si quieres pasear por la antigua ciudad romana de Baétulo no te puedes perder Museo de Badalona, una de las superficies arqueológicas más grandes de Cataluña. 

2. Ermesinda de Carcasona, una soberana en la Cataluña medieval

Emperadores, reyes, condes… reinar en la Edad Media parecía una cuestión exclusiva de hombres, pero algunas mujeres estuvieron al frente de estados feudales. Uno de los primeros ejemplos que encontramos fue el de Ermesinda de Carcasona quien gobernó sobre buena parte de Cataluña durante el siglo XI. Su odisea política comenzó cuando se casó con Ramón Borrell — conde de Barcelona, Girona y Osona—.

Cuando este murió en 1017, ella pasó a gobernar en solitario como regente durante cuatro años, hasta la mayoría de edad de su hijo Berenguer Ramón. Ejerciendo plenamente tareas de gobierno. Cuando el conde falleció, ella volvió a ser condesa regente de Barcelona, Osona y Girona entre los años 1035 y 1039, hasta que su nieto Ramón Berenguer I tuvo edad suficiente para asumir el poder.

3. Almodis de la Marca y las leyes del condado de Barcelona

Seguimos en la Edad Media, y de nuevo nos encontramos con una historia digna de la mejor serie o película de época. Almodis se casó con el conde Ponce III de Tolosa, pero, en 1052, ella y Ramon Berenguer I, conde de Barcelona, se enamoraron. A partir de ahí comenzó una tormentosa sucesión de anulaciones matrimoniales, excomunión del Papa e incluso una guerra de cinco años entre casas nobiliarias con el honor herido.

Almodis también destacaba en su época por ser una mujer con una extraordinaria cultura. Gracias a esta formación, ayudó a su marido a conseguir derechos feudales sobre condados como el de Carcasona. Además, esta condesa de Barcelona colaboró en la redacción de los Usatges de Barcelona, el gran código legal de la Catalunya medieval.

  • Los castillos han sido testimonios privilegiados de la época medieval y todavía esconden las mejores historias entre sus muros. En el Alto Penedès puedes visitar el Castillo de Penyafort y el Castillo de Gelida. En el castillo de Cardona además de las vistas podrás disfrutar de una visita teatralizada ideal para los más pequeños de la familia. Anoia es por excelencia tierra de castillos y cada semana podrás visitar uno diferente y en el Maresme encontrarás uno muy especial: el Castillo de Santa Florentina reformado por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner.  

4. Violant Carnera, la injusticia detrás de la caza de brujas

Entre los siglos XIV y XVIII en Cataluña se vivieron periódicas cazas de brujas. En teoría, se perseguían a las adoradoras del diablo, pero, en realidad, era una forma de criminalizar a las mujeres que vivían al margen de la sociedad. Uno de los momentos culminantes de estos procesos se vivió en 1617 —el Año del diluvio— cuando abundantes lluvias causaron estragos en los cultivos de diversas comarcas.

Como era costumbre, se culpó a las brujas de estas catástrofes. Uno de los lugares más afectados fue Castellar del Vallès y se acusó a Violant Carnera de haber pactado con el Diablo. Confesó bajo terribles torturas y fue condenada a la horca. Hoy los historiadores consideran que fue escogida como chivo expiatorio por ser una mujer viuda y sin recursos que vivía al margen de la sociedad.

5. Teresa Claramunt, la lucha por los derechos de las trabajadoras

¿Sabías que la lucha obrera de finales del siglo XIX y principios del XX también tuvo protagonistas femeninas? En Cataluña, un ejemplo destacado fue Teresa Claramunt. En 1883, organizó la huelga de las siete semanas, la primera gran movilización social en España protagonizada por mujeres. Reclamaban una jornada laboral de 10 horas diarias (entonces las obreras trabajaban hasta 14 horas al día).

La huelga fracasó —la reivindicación no se lograría hasta 1900—, pero Claramunt siguió participando en muchas movilizaciones sociales, como la Semana Trágica (1909). En 1892 impulsó la primera asociación feminista en el estado: la Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona. Esta organización reivindicaba la participación de la mujer en todos los niveles de la vida política y social.

  • La industria cambió la forma de vivir y transformó la sociedad. A lo largo de los ríos Ter y Llobregat tienes la oportunidad de conocer como era la vida en las colonias industriales y en la red Xatic encontrarás toda la información que necesites.

6. Francesca Bonnemaison, una pionera en la educación de las mujeres

Francesca Bonnemaison encarnó la perspectiva burguesa del feminismo que también aspiraba a conseguir más derechos para las mujeres, pero respetando el orden social. En 1909, junto al rector de la iglesia de Santa Anna de Barcelona puso en marcha la Biblioteca Popular de la Mujer, en la calle de Sant Pere Més Baix. Pero pronto este centro cultural demostró ser mucho más que un lugar donde acudir a leer libros.

Bonnemaison organizó un centro educativo para las jóvenes de clases más humildes. Allí se impartían formaciones de un alto nivel técnico y científico en unos años en los que las mujeres no podían acceder a universidad. Bonnemaison huyó cuando estalló la guerra civil, y la diputación de Barcelona gestionó la Biblioteca Popular a partir de 1941.

 

 


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