El secreto de esta pizzería está en el horno de leña y la fermentación de las masas de sus pizzas, lo que les da un toque crujiente que hace que las sirvan también sin mozzarella o sin tomate. Pizzas Alcapone, Carbonara o, cuando es temporada, la Alcachofa son sus estrelles. Pero, además, en su amplio local sirven calamares, mejillones, carnes y platos típicos de la cocina transalpina.

Situado en el término de Olivella, en un entorno natural envidiable, El Pa Torrat ofrece cocina típica catalana con las carnes a la brasa como su gran especialidad. Se trata de un lugar acogedor e ideal para celebrar una comida informal en familia, puesto que también disponen de un espacio para los más pequeños.

Desde 1984 El Racó d'en Pinilla ofrece su cocina catalana tradicional en Cubelles. Es un establecimiento muy acogedor y adecuado para hacer pequeñas celebraciones, comidas familiares o de empresa. Entre sus propuestas, destacan los arroces y también platos típicos como el xató. Tienen menús abundantes, carta y tapas.

Casa Faustino trabaja la cocina mediterránea con toques de autor. Sus elaboradas tapas se dan la mano con las recetas más clásicas y el trabajo de primera con diferentes carnes. En un local renovado, amplio y luminoso, el restaurante hace una apuesta por el producto fresco y de mercado.

Lo que arrancó de la mano de la matriarca de la familia en 1982 como un bar para dar de comer a los trabajadores de los polígonos industriales cercanos, es desde hace medio siglo un restaurante de referencia con una elaborada y contundente carta donde destacan las carnes, los pescados y los arroces, como el de manitas de cerdo o el de morcilla y bacalao. Un local clásico y una comida que cuida el producto hasta el más mínimo detalle.

El restaurante Cal Manelet ofrece un amplio abanico de platos de la cocina tradicional catalana elaborados de forma casera. Entre sus especialidades, están los platos típicos de la zona del Garraf, como el xató o el bull de atún. También tienen menús diarios y un menú especial para calçotades. Se ubica en una casa de payés en el municipio de Canyelles.

Con un producto fresco, traído a primera hora de la mañana desde el mercado, la marisquería El Capitán Garfio ofrece platos con marisco, pescado y carne de proximidad y calidad. Platos de toda la vida con el marisco como protagonista. Pero también tienen espacio en este amplio y espacioso local los arroces, como el de gallo D.O. Pota Blava con alcachofas de El Prat.

Mesón El Pueblo ofrece una cuidada selección de productos artesanales de la geografía española, como quesos, embutidos y jamón ibérico, así como platos típicos, como son la fabada asturiana, el codillo de cordero o el lacón. Su aspecto y ambiente son rústicos, cálidos y acogedores.

Se ubica en un complejo deportivo pero su apuesta va más allá del restaurante de club de deportes. Dgustam tiene en su amplio local de moderna decoración su punta de lanza. Un restaurante que apuesta por las actuaciones en vivo, por la comida para todos los gustos y bolsillos y por un ambiente informal para toda la familia. Ofrece desayunos, meriendas, cenas y comidas tanto en mesa como en barra si se tiene prisa. Pizzas, hamburguesas, ensaladas y platos con un toque más elaborado.

Su apuesta no es por tener un local de vanguardia sino por ofrecer unas tapas de primera. En un local clásico que abrió sus puertas en 1968, La Castellana ha consolidado un local referente en platillos con productos típicos andaluces, pero también con platos con claras referencias de la tierra y productos de proximidad. Embutidos, carnes, pescados y mariscos realzan una carta para todos los gustos y paladares.