Arte, artesanos y artesanía... cuando las cosas se hacían a mano.
Cataluña tiene una larga tradición en la creación de piezas artesanales. En un tiempo de industrialización y cadenas de montaje, conservar el patrimonio inmaterial de los antiguos oficios y la artesanía y poder descubrir cómo se fabricaban las cosas antiguamente se convierte en una oportunidad única de valor incalculable. Piel, papel, cuero, madera, cerámica, baldosas... Date una vuelta por las comarcas de Barcelona y comprueba de primera mano las técnicas que se utilizaban para crear productos cotidianos.
Hay dos rutas en Cataluña que siguen el pasado artesanal y te transportan a tiempos anteriores a la industrialización. Dos itinerarios para descubrir barrios enteros dedicados a un oficio, rutas guiadas, museos y ferias donde te enseñan cómo se hacían las cosas antes.
Ruta de la Catalunya Central
Esta ruta comienza en el Molino de la Villa de Capellades, ahora convertido en el Museo Molino Papelero, donde hoy en día todavía se fabrica papel. Sigues hacia el barrio del Rec de Igualada, donde había curtidurías y blanquerías para trabajar el cuero, y donde ahora hay talleres creativos que han tomado el relevo. También puedes visitar el Museo de la Piel para saberlo todo sobre este arte.
Para complementar los conocimientos adquiridos en Igualada, visitarás Vic y el Museo del Arte de la Piel. La parte práctica la puedes encontrar en la calle Riera, donde hay talleres y tiendas artesanas para comprar sus productos. Sigue Ter arriba hasta su afluente, el río Ges, y llegarás a Sant Pere de Torelló. Con la Ruta de la Tornería descubrirás cómo se trabajaba la madera. Para saber más, en Torelló se encuentra el Museo de la Tornería, o, si quieres verlo de primera mano, puedes ir al taller artesano La Tornería.
En el Lluçanès, en el pueblo de Alpens, encontrarás obras de hierro forjado por las calles. Antiguamente, el fuego y el hierro iban ligados a muchos oficios prácticos. La modernidad los ha relegado a aspectos más estéticos. Cada dos años se realiza la Feria de la Forja, un encuentro internacional de forjadores para los artistas del hierro.
La última parada de la ruta artesana de la Cataluña Central está en Cardona. El castillo románico y gótico, construido en una colina, vigila el Cardener y el salino, el Parque Cultural Montaña de Sal. En el Museo de la Sal Josep Arnau se pueden ver figuras de sal, esculturas talladas minuciosamente.
Ruta artesana de les comarques de Barcelona
Cerámica, baldosas, cántaros o textil, artesanía propia que te revela la ruta artesana de las comarcas de Barcelona. En la primera parada aprenderás a hacer estampados en el Obrador del Museo de la Estampación de Premià de Mar. La tradición textil y todo lo relacionado es muy amplia e histórica en el territorio.
Siguiendo la costa, hasta Arenys de Mar, nos acercaremos al cementerio para admirar sus esculturas. Además del pescado fresco y la flota pesquera, Arenys fue conocida durante el siglo XIX por el encaje de bolillos, hecha con algodón de alta calidad, con la que se hacía el ‘ret fi’, el encaje de Arenys. En el Museo Marès de la Punta de Arenys también podrás ver más técnicas de tejer: la blonda, el Valenciennes, el chantillí, o el tonde.
Todavía hay maestros artesanos ceramistas, como la Mia Llauder o Joan Serra, en Argentona. Ambos están vinculados a la cerámica contemporánea. En cambio, si quieres ver demostraciones de terrazo tradicional, puedes esperar a la Feria Internacional de la Cerámica, Argillà, o visitar el Museo del Cántaro, con piezas milenarias o algunos objetos pintados por Picasso.
Desde la mitad del siglo XIX y la época del Modernismo, uno de los elementos que se promocionó fue la baldosa. En Esplugues de Llobregat puedes recorrer las habitaciones y los pasillos de Can Tinturé, el primer museo dedicado a la baldosa, y después ir hacia La Rajoleta, un museo de cerámica industrial, donde podrás seguir todo el recorrido de su producción.
Siguiendo el curso del río Llobregat, en su camino hacia sus fuentes, nos topamos con Montserrat y, en su falda, Esparreguera. La arcilla que encontramos en la zona influyó en los ceramistas y alfareros de la zona. Mezclando tradición y modernidad, con aires más artísticos, puedes visitar los talleres de Cerámicas Sedó.
Para acabar la ruta, detente en Terrassa, donde el Modernismo y el pasado industrial textil se encuentran. En el Museo Textil de Terrassa, que forma parte de la Red de Museos Textiles de Cataluña, puedes explorar las exposiciones temporales, que te enseñan diferentes aspectos de este mundo. Además, puedes ir al Vapor Aymerich, Amat i Jover, una antigua fábrica textil que acoge el Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica.