1. El Garraf

Una de las escapadas por excelencia al entorno de Barcelona es la de El Garraf, una zona espectacular con mar, montaña, cultura y ocio situada a unos 40 km al suroeste de Barcelona. El Garraf es conocido por sus impresionantes playas, su exuberante vegetación y sus cumbres de montaña. La ruta que te proponemos empieza en Vilanova i la Geltrú, una ciudad costera con fuerte tradición marítima, como se puede notar en su paseo Marítimo, lleno de construcciones de estilo colonial y casas de pescadores, y la plaza de la Vila, una de las plazas porchadas más grande de Cataluña, con un suelo de mármol y presidida por unas palmeras que recuerdan el antiguo nombre de «Havana chica» que recibía la villa en el siglo xix, en pleno auge de su comercio con Filipinas. Esta plaza, escenario de las grandes actuaciones castelleras de los Bordegassos de Vilanova, también es un punto neurálgico del Carnaval de Vilanova i la Geltrú, con más de 250 años de historia y declarado Fiesta Patrimonial de Interés Nacional. Testigo de su historia, la villa acoge el Museo del Ferrocarril, que dispone de la colección de locomotoras de vapor más importante de Europa. Además, también podrás disfrutar de un buen xató, plato típico de la zona.

 

Para continuar la ruta y hacer noche, puedes ir a Sitges, un antiguo pueblo de pescadores que atrae, durante todo el año, visitantes de todo el mundo. Esta ciudad acoge numerosos eventos internacionales, como el Carnaval de Sitges, en febrero; el Sitges Pride, en junio, o el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, en octubre, que le da el sobrenombre de la ciudad del cine en Cataluña. En este lugar, puedes hospedarte en multitud de alojamientos de todo tipo, pero si lo que quieres es disfrutar de una estancia sostenible en alojamientos que fomentan las buenas prácticas a escala medioambiental, social, económico y cultural, encontrarás el Hotel Calipolis que dispone de la certificación de turismo sostenible Biosphere, una distinción que también tiene la misma ciudad de Sitges desde 2016. Esta localidad costera es conocida por ser cuna del Modernismo, que puedes encontrar siguiendo la Ruta Modernista, con la Casa de Pere Carreras o la Casa del Rellotge y, especialmente, en el Museo Cau Ferrat, fundado por el artista Santiago Rusiñol como casa-taller para artistas de la época, y que hoy en día es un espacio de exposición de colecciones de arte antiguo reunidas por el artista que convierten el Cau Ferrat en el Templo del Modernismo. Y si tienes más ganas de pasear y descubrir la villa, también encontrarás la Ruta de los Americanos, una imprescindible muestra de su historia, que puedes acabar con un baño en la mítica playa de Sant Sebastià. Tampoco faltan otros museos, como el Museo Romántico de Can Llopís y el conocido Palau Museu Maricel, un conjunto artístico y monumental formado por un espacio residencial, conocido como Maricel de Terra, y el propio museo, conocido como Maricel de Mar, unidos por el famoso y transitado Racó de la Calma.

2. Montserrat

Si quieres conocer uno de los lugares más emblemáticos de Cataluña, Montserrat es tu destino. Esta montaña emblemática, situada a unos 50 km al noroeste de Barcelona, es conocida por su monasterio benedictino, el Monasterio de Montserrat, y por sus acantilados rocosos, que se elevan hasta los 1.236 metros de altura.

 

Para ir, te proponemos empezar la ruta en Cornellà de Llobregat, una ciudad que combina el encanto de las calles de su casco antiguo con una moderna zona comercial, y donde podrás visitar el Museo de los Ajedrez o el Museo Agbar de las Aguas, que muestra la historia de la gestión del agua en Cataluña, así como el Parque de Can Mercader. A continuación, nos dirigiremos a Monistrol de Montserrat, junto al Parque Natural de la Montaña de Montserrat, donde encontrarás hostales y restaurantes que ofrecen una cocina de proximidad, con productos de temporada y km 0, que trabajan con productores y viticultores de la zona.

 

Desde este lugar, te puedes dirigir directamente al Monasterio de Montserrat. Allí está el Hostal Alcance Cisneros, un edificio histórico levantado en 1563 y que ha transformado las antiguas dependencias en alojamiento para visitantes y peregrinos. Este alojamiento, además de contar con el distintivo Biosphere que lo acredita como un hostal que apuesta por un modelo de turismo responsable y comprometido con la sostenibilidad y el territorio, no te decepcionará, ya que es un magnífico punto de partida de numerosas rutas de todo tipo y niveles con las que disfrutar de las vistas más espectaculares de la zona, especialmente desde la cima de Sant Jeroni, que ofrece una vista espectacular de la montaña y de los alrededores. Si lo prefieres, también podrás visitar el Santuario de Montserrat, con la icónica imagen de la Virgen, "la Moreneta", patrona de Cataluña.

3. Penedès

Si eres amante de la naturaleza y tienes afición por el mundo vinícola, el Penedès es tu destino. Esta región con grandes atractivos turísticos y naturales ofrece todo tipo de actividades. La ruta que te proponemos se inicia en Vilafranca del Penedès, una villa conocida como la capital del vino y que servirá como punto de partida de una escapada de dos días, llena de historia, cultura, gastronomía y enoturismo por el Penedès.

 

Al llegar a Vilafranca, te recomendamos adentrarte en su centro histórico para disfrutar de su ruta medieval, completamente accesible, a través de la cual podrás ver lugares que explican su importancia medieval, al tratarse de una villa que en el siglo xii enlazaba las tierras cristianas y las tierras musulmanas, un hecho que ha marcado claramente su carácter festivo y cultural. Puedes coger como punto de partida la Oficina de Turisme de la ciudad, desde donde ofrecen la posibilidad de hacer visitas guiadas, que te harán descubrir el origen medieval de la Casa de la Vila, el Palau Reial, donde murió el rey Pere III el Gran, o el Palacio Baltà. También puedes optar por otra de sus rutas, como la modernista, con una visita modernista teatralizada que te hará descubrir en familia, amigos o pareja, lugares emblemáticos testigos del resurgimiento económico del Alt Penedès tras la filoxera, como la Casa Miró, la cripta de la Basílica de Santa Maria y la Casa Freixedas.

También puedes vivir de primera mano la cultura y trascendencia que tiene el vino en la historia de la comarca a través del VINESUM, un espacio museístico dedicado al vino y que explica su fuerte implicación cultural y turística, apto para todos los públicos. Para seguir disfrutando de la velada, te proponemos degustar una comida ligera en algunos de los numerosos restaurantes y espacios gastronómicos que tiene la villa, donde se ofrece todo tipo de cocina. Al acabar, no te puedes perder los ensayos de alguna de las tres grandes colles castelleres de la ciudad que se hacen los viernes por la noche en los locales de los Castellers de Vilafranca: la Colla Jove dels Xiquets de Vilafranca o de los Xicots de Vilafranca. Para dormir, puedes encontrar diferentes alojamientos situados en las afueras, como casas rurales o espacios hoteleros, y también dentro de la misma ciudad, como los apartamentos Cal Negri, unos apartamentos turísticos acreditados con la certificación Biosphere. Hay que tener en cuenta que Vilafranca del Penedès cuenta con una amplia opción de fiestas, ferias y celebraciones, como el Vijazz Vilafranca, en julio; la mítica Festa Major de finales de agosto, llena de folclore y tradición, o la Fira del Gall, de mediados de diciembre, con su reconocido gallo del Penedès.

 

Al día siguiente, puedes escoger cualquiera de las once rutas que salen de Vilafranca hacia diferentes lugares, desde los que podrás disfrutar del paisaje de viña, con el Camí del Vi o la ruta de bicicleta Penedès 360, como opciones destacadas. Y si lo que quieres es profundizar en la cultura de la viña y sus productos, será necesario que te dirijas hacia el municipio de Sant Sadurní d'Anoia, la llamada capital del cava. Allí, podrás visitar algunas de las cavas con más renombre e historia de la región, y aprender sobre su proceso de elaboración, acompañándolo de un fantástico maridaje o de una escapada en bicicleta por recorridos enoturísticos y lugares naturales de fácil recorrido que rodean la zona. Recuerda que desde finales de marzo y principios de abril, también se celebra la floración del melocotón de Ordal, una fiesta popular donde podrás catar el famoso vino de los melocotoneros, disfrutando de la tranquilidad de la naturaleza y el paisaje rural.

4. Ruta pel Bages

Para disfrutar de una escapada por la comarca del Bages, te proponemos una ruta que se inicia en Manresa, donde podrás visitar su centro histórico, lleno de patrimonio de períodos diferentes, como el medieval, el barroco y el modernista, así como la Basílica de Santa Maria, conocida como «la Seu», de estilo gótico y con numerosas obras en su interior.

 

A continuación, puedes hacer camino hacia el Monestir de Sant Benet de Bages, uno de los monumentos más emblemáticos de la comarca y que data del siglo x. Este espacio, ideal para amantes de la arquitectura y del arte románico, ofrece la oportunidad de visitar la antigua abadía benedictina y descubrir su historia a través de una visita guiada por sus espacios y sus jardines llenos de paz y tranquilidad. Este monasterio forma parte del espacio Món Sant Benet, un proyecto cultural, turístico y de ocio de una gran singularidad gastronómica, con el centro de investigación en cocina, la Fundació Alícia, Alimentació i Ciència, y otros servicios como un hotel, un centro de congresos y varios restaurantes, uno de ellos con estrella Michelin. 

 

Después de la visita al Monestir de Sant Benet, dirígete hacia el norte, en dirección a Castellnou de Bages. Allí encontrarás la Torre del Moro de Castellnou, una torre defensiva del siglo xi desde la que tendrás unas vistas panorámicas que van desde los Pirineos hasta Montserrat. Al finalizar, podrás pasar la noche en el Hotel Rural Cal Segudet, ubicado en el mismo municipio de Castellnou de Bages, acreditado con el distintivo Biosphere, y donde podrás desconectar y disfrutar de un entorno inmejorable.

Al día siguiente, te proponemos visitar el Castell de Cardona, una impresionante fortaleza medieval del siglo ix, ejemplo imprescindible del patrimonio histórico de Cataluña y que ofrece unas vistas espectaculares del interior de Cataluña. Al finalizar, puedes continuar la ruta hacia las Minas de Sal de Cardona, una impresionante catedral subterránea de sal donde podrás hacer una visita guiada explotando la historia de la sal y su importancia en la región a lo largo de los años.

5. De la plana al cel d’Osona

Otra de las rutas propuestas te llevará hasta la capital de Osona, Vic, situada a unos 70 kilómetros de Barcelona. Esta ciudad de origen romano y con gran importancia durante el periodo medieval cuenta con un importante patrimonio histórico y cultural. La Ruta Turística del Centro Histórico te permite descubrir los espacios de mayor interés, como el Temple Romà, una estructura del siglo ii; el espacio Vicpuntzero, que ofrece una visión fascinante de la historia de la región a través de una experiencia audiovisual inmersiva, o la conocida Plaça Major, escenario de mercado y ferias de la ciudad. Pero el espacio que por excelencia no te puedes perder es la Catedral de Sant Pere, del siglo xiv, que cuenta con un espectacular campanario y su cripta de estilo gótico. Además, Vic acoge durante el año todo tipo de ferias y fiestas muy vinculadas a su territorio que te ayudarán a disfrutar de una visita inolvidable, como sus mercados mensuales de brocanters, artesanos, pintura y dibujo o discos; la muestra de quesos catalanes llamada Lactium; el Mercat de Música Viva de Vic para profesionales de todo el mundo de la música y sus ámbitos; el Mercat Medieval o el ya mítico Mercat del Ram de Vic, que se celebra cada año previamente a Semana Santa, y que acoge todo tipo de exhibiciones y concursos ganaderos,  productos agrícolas, actividades lúdicas, gastronomía o, incluso, paseos en globo, muy comunes en la zona.

 

Después de la visita a Vic, no te puede faltar conocer Rupit i Pruit, un pequeño pueblo medieval situado en medio del Collsacabra, con mucho encanto y que parece salido de antiguas leyendas y cuentos. Su casco histórico, formado por calles empedradas, casas de piedra, los restos del antiguo castillo y un sorprendente puente colgado de madera y la iglesia de Sant Miquel, lo han convertido en un destino turístico responsable, sostenible y de calidad, acreditado como destino Biosphere, reconocido como «pueblo con encanto de Cataluña» por la Agencia Catalana de Turismo y galardonado como Best Tourism Village of the World  por la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas. Además, podrás pernoctar y disfrutar de alojamientos comprometidos con la sostenibilidad ambiental, social y económica, distinguidos con el certificado Biosphere, como el acogedor Hostal Estrella, donde descansarás junto al espacio natural de Guilleries-Savassona.

 

Al día siguiente, continúa tu ruta hacia Tavertet, un pueblo situado cerca de Rupit que ofrece unas vistas espectaculares de los riscos y las montañas de los alrededores, y ofrece una vista panorámica impresionante desde donde parece que se toca el cielo. También encontrarás la Església de Sant Cristòfol, así como numerosas actividades, de grandes rutas a circuitos de BTT y senderos de diferentes dificultades que podrás completar con una degustación en alguno de los restaurantes situados en la zona antes de emprender el viaje de vuelta.

6. El Vallès Occidental

El Vallès Occidental es una zona llena de lugares por descubrir, y una de las mejores maneras de hacerlo es siguiendo la ruta que te proponemos. Cogiendo Terrassa como punto de partida, podrás visitar su patrimonio, como la Seu d'Ègara, antiguo nombre romano de la ciudad y que acoge el conjunto de las iglesias de Sant Pere, de más de 2.500 años, o el MNACTEC, el Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica, ubicado en el edificio Vapor Aymerich, Amat i Jover,  una antigua fábrica textil y una de las mejores obras arquitectónicas industriales del Modernismo catalán. La ciudad también ofrece una buena oferta gastronómica que podrás encontrar en el interior del Mercat de la Independència. Después, puedes dar un paseo por el Parc Vallparadís o dirigirte al Parc Sant Jordi, donde también encontrarás la Masia Freixa, un edificio modernista de Lluís Muncunill.

 

En la misma ciudad de Terrassa hay numerosas opciones de alojamiento, algunas con certificación Biosphere y comprometidas con un turismo sostenible, como el Hotel Don Cándido o el albergue Vallparadís.

 

Al día siguiente, la ruta continuará con una excursión con bastante desnivel hacia la cima de la Mola, desde donde disfrutarás de unas vistas panorámicas increíbles y podrás visitar el Monestir de Sant Llorenç del Munt. Para encarar la vuelta, podrás coger energías en la misma cima de La Mola, donde hay un restaurante antes de iniciar la vuelta a casa.

 

En resumen: el Vallès Occidental ofrece una gran variedad de lugares por descubrir, tanto de patrimonio histórico como de naturaleza, y su gastronomía es única y deliciosa. Si te alojas en un lugar con certificación Biosphere, puedes disfrutar de todo esto de manera sostenible y responsable.

7. El Maresme més autèntic

Si lo que buscas es desconexión y vistas al mar, una escapada al Maresme es la mejor opción. Para hacer una visita de dos días en algunos de sus lugares más auténticos, te proponemos una ruta que te hará disfrutar de playas increíbles, gastronomía local de lo más deliciosa y paisajes espectaculares.

 

Para iniciarla, te aconsejamos hacerlo desde Canet de Mar. Concretamente, desde la Oficina de Turisme de Canet de Mar, ubicada en la Casa Museu Lluís Domènech i Montaner, de quien este 2023 se celebra su año, con motivo del centenario de su muerte. Desde este lugar, construido por el propio Domènech i Montaner, artífice del Hospital de Sant Pau de Barcelona o del Palau de la Música Catalana, entre otras obras, te puedes informar de las diversas actividades que conmemoran el centenario, así como de las rutas modernistas de este lugar con fama de ser el pueblo con más Modernismo por metro cuadrado, con obras de Puig i Cadafalch, Ferrés i Puig, o Domènech i Roura, aparte del propio Domènech i Montaner. También podrás disfrutar de otras rutas, como la de los indianos, con una recopilación de las casas y los panteones más importantes y espectaculares. Y tanto si eres fan de las series como si no, tampoco puede faltar una visita al Castell de Santa Florentina, intervenido también por Lluís Domènech i Montaner, y convertido en la fortaleza de la familia Tarly.

 

Después, continúa la ruta hacia la playa de Sant Pol de Mar, donde podrás relajarte y tomar el sol en un entorno idílico. Más tarde, por la noche, reserva mesa en uno de los restaurantes del pueblo para disfrutar de una buena cena de pescado y marisco fresco. Para alojarte, te proponemos llegar hasta Calella, donde encontrarás diferentes opciones de hoteles y apartamentos que promueven un turismo sostenible y que cuentan con el certificado Biosphere.

 

El segundo día, la ruta sigue la costa en dirección a Barcelona hasta Arenys de Mar. En este lugar costero, podrás visitar el puerto, donde todavía encontrarás embarcaciones dedicadas a la pesca. Adentrándote en el pueblo, están el Mercat Municipal, la Església de Santa Maria d’Arenys y la sala de exposiciones del Centre Cultural Calisay, abierta durante los fines de semana. Continuando hacia la parte más interior del Maresme, subirás hasta Arenys de Munt, un pequeño pueblo con un encanto inigualable en el que podrás disfrutar de un agradable paseo por el centro histórico.

 

Ya de vuelta, te recomendamos emprender el camino por el interior en dirección a Cabrera de Mar, donde podrás hacer una parada para hacer una ruta circular apta para toda la familia y de menos de dos horas de duración para subir hasta el Castell de Burriac. Allí, podréis disfrutar de las vistas para desconectar y relajaros justo antes de volver a casa.