Almanac

Abierto en febrero de 2018, Almanac Barcelona ofrece una visión contemporánea en una ciudad obsesionada por el arte y el diseño. Fue el primer hotel de la nueva marca Almanac Hotels, seguido por los de Praga y Viena en marzo de 2023.Situado en Gran Via de les Corts Catalanes, tiene una ubicación céntrica y privilegiada, a solo unos pasos de Passeig de Gràcia, donde los huéspedes pueden encontrar tiendas de moda, restaurantes, bares y museos. Para los amantes de la arquitectura, el paseo cuenta con algunos de los edificios modernistas más importantes de la ciudad.El hotel fue diseñado por el destacado interiorista Jaime Beriestain, con una gran riqueza de texturas y materiales en colores dorados y beige para crear una sensación de sofisticación, tranquilidad y discreta elegancia. La remodelación arquitectónica de su exterior deja ver dos edificios de diferentes épocas perfectamente fusionados. En el edificio moderno destacan las icónicas ventanas cubo, pequeños miradores con una visión privilegiada de la ciudad, mientras que el antiguo muestra grandes ventanales, típicos del Eixample barcelonés.Dispone de 91 lujosas habitaciones; treinta de ellas son suites con terrazas privadas y vistas de la ciudad. Con medidas que van de los 34 hasta 210 metros cuadrados, las habitaciones son luminosas gracias a sus grandes ventanales. Los baños de mármol ibicenco son auténticos oasis de bienestar. Ofrece un servicio exclusivo, relajado y personalizado, que, junto con la amplia gama de instalaciones, le permite dar la mayor comodidad a sus huéspedes.En el área de bienestar los huéspedes pueden usar la sauna o el baño de vapor, descansar en las camas de la sala de relajación o disfrutar de masajes y rituales en la sala de tratamientos, además de tener un gimnasio equipado a su disposición.Además, el hotel cuenta con el restaurante Virens, encabezado por el galardonado chef Rodrigo de la Calle, que ofrece una cocina creativa y versátil basada en las materias primas sostenibles. Ese respeto por el medio ambiente se traslada a la mesa en forma de una cocina vegetal mediterránea donde se potencian los productos de proximidad y de temporada.En la parte superior encontramos una piscina y el Azimuth, un bar que cuenta con una zona interior con ventanales y una amplia terraza panorámica, perfecta para relajarse y disfrutar de ligeros aperitivos.Además, el hotel ofrece cinco salas de reuniones para conferencias o eventos privados, que pueden acoger entre diez y cien personas.

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