Ospi

El cocinero Óscar Piedra da nombre a este restaurante de Sallent. Desde que se inauguró en septiembre de 2007, ha apostado por la modernidad y la calidad gastronómica en la comarca del Bages. En el Ospi hay dos espacios diferenciados: la cafetería y el restaurante. Los platos son el resultado del estudio de la cocina tradicional siempre bajo la imaginación del chef. Los carpaccios , fijos a la carta, se preparan para todos los paladares. Se puede elegir entre el más clásico de buey con virutas de parmesano y foie y otros más atípicos, como el carpaccio de ceps con almendra marcona y vinagreta de mostaza antigua, el de pulpo gallego con aceite de pimienta rojo picante o el de gambas con vinagreta de Módena y piñones. Para empezar, también hay buenos entrantes, algunos más ligeros, como la crema de verduras con huevo escalfado y foie, y otros más consistentes, como los garbanzos de Oristà con tripas de bacalao y pasas o los raviolis de butifarra de perol con setas, cuando llega el otoño. Las recetas de pescado llevan a la mesa ideas como la breca de costa relleno de langostinos; el lomo de rape con piña, crujientes de puerro y escaldado con ajos, o los filetes de lenguado con salsa de erizos. En cuanto a las carnes, también se puede elegir entre clásicos como la espalda de cabrito al horno con patatas panadera u otras más personales, como el magret de pato con salsa de mistela y esencia de anís estrellado o el jarrete de cordero relleno de dátiles con crema de Torta del Casar. El toque final a una buena comida lo ponen los postres, en que una de las grandes especialidades es el tiramisú Ospi con espuma de mascarpone, helado de café y amaretto . También hay una cuidada selección de vinos y cavas y, incluso, de aguas procedentes de lugares del mundo tan diversos como Nueva Zelanda, Canadá, la Patagonia, Holanda y Beverly Hills.

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