Conjunto monumental del castillo de Olèrdola

Dentro del entorno natural protegido del Parc Comarcal d'Olèrdola, y con una vista privilegiada sobre el entorno de Vilafranca y de El Garraf, hay una serie de vestigios y construcciones que permiten seguir la historia de El Penedès desde la Edad del Bronce (hace unos 4.000 años) hasta la alta Edad Media.Se halla en una instalación del Museu d'Arqueologia de Catalunya (MAC), que incluye un centro de interpretación, y la visita al conjunto está organizada en un itinerario que empieza en el centro de interpretación y enlaza los diversos puntos de interés.Los vestigios de la época de los romanos son algunos de los más interesantes, como la muralla (siglos II-I a. C.), que defendía el único punto de la montaña que no está rodeado de riscales y consta de una única puerta central y cuatro torres, y la cisterna (también de los siglos II-I a. C.), excavada en la roca y utilizada para almacenar el agua de la lluvia, única en el país por su capacidad de 350.000 litros.De la Edad Media destacan la espectacular iglesia de Sant Miquel, que está en lo alto de la colina que lleva el mismo nombre. Fue destruida y se volvió a construir varias veces desde principios del siglo X. Consta de dos partes, una prerrománica (construida en el año 929), que aún conserva el ábside y destaca por el arco de herradura, y otra posterior (siglos X-XII), que estuvieron en uso hasta 1885. También hay que mencionar la necrópolis del Pla dels Albats (siglos X-XI), con un centenar de tumbas antropomorfas excavadas en la roca al lado de las ruinas de la capilla de Santa Maria, las variadas estructuras de calles, casas y silos ibéricos y medievales, el castillo también medieval y la atalaya romana.La historia del lugar habla del asentamiento de varias tribus durante la Edad del Bronce (2000-1800 a. C.), de la construcción de una primitiva muralla durante la Edad del Hierro (siglos VIII-VII a. C.), y de la llegada de los cosetanos (siglos V-IV a. C.), una tribu ibérica que construyó todo un poblado, substituido más adelante por un campamento militar romano que controlaba la Vía Augusta. En la época de la conquista cristiana (929), el conde Sunyer edificó el primer castillo sobre las ruinas de una atalaya romana, así como la iglesia de Sant Miquel. Las incursiones musulmanas del siglo X estropearon considerablemente el lugar, que tuvo que ser reconstruido durante los dos siglos siguientes, después de pasar a pertenecer a Mir Geribert, autoproclamado príncipe de Olèrdola.
Conjunto histórico
Estilo arquitectónico
Prerromano
Sellos y certificaciones Compromiso Biosphere

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