Refugio ubicado en una casa de piedra y pizarra a los pies del Pedraforca. Cuando está guardado dispone de 87 plazas y cuando queda abierto de 30. Tiene aseo, ducha y electricidad.

Chalet refugio con capacidad para treinta personas situado en la ladera norte de la sierra de Rubió. Cuando está el guarda dispone de veinte plazas en literas con colchones y mantas, aseo y ducha. El refugio de emergencia cuenta con cuatro plazas.

Gran casa de piedra en Castellar de n’Hug habilitada como refugio con capacidad para cincuenta personas. Las habitaciones tienen calefacción y en los aseos hay duchas con agua caliente.

Viajeros solitarios y grupos tienen en Barcelona un punto de encuentro en el albergue Pere Tarrés, un edificio nuevo, sin barreras arquitectónicas, junto al Camp Nou y que pone a disposición de sus usuarios 320 plazas muy bien equipadas y donde, incluso, es posible hacerse la comida.

Una masía típica del Empordà da cobijo al albergue Empúries, que vive de la tramontana del golfo de Roses, del pasado grecorromano de Empúries y del aire pescador de l’Escala. El edificio, remodelado hace poco, tiene al alcance de la mano toda la propuesta lúdica, cultural y deportiva de la comarca.

Bonito refugio de piedra situado en Gisclareny, a 300 metros de la ladera sur del collado de la Bena. Tiene capacidad para veinte personas y dispone de guarda.

Casa de piedra habilitada como refugio con capacidad para 52 personas, situada en el término municipal de Saldes, en la comarca del Alt Berguedà. Dispone de aseos con duchas y agua caliente.

El ambiente joven y cosmopolita figuran en la carta de presentación del Ideal Youth Hostel, un local idóneo tanto para viajeros solitarios como para grupos con ganas de sumergirse en Ciutat Vella, una de las zonas con más vida de Barcelona y que hace que la diversión esté garantizada.

Torre Ametller es un gran casona construida entre 1917 y 1920, un edificio señorial de estilo novecentista que desde 1985 ejerce de albergue. Rodeado de un espectacular jardín y de una finca de once hectáreas, se encuentra a solo cuatro kilómetros de la playa de Cabrera de Mar.

Situada en una torre de principios del siglo XX en la sierra de la Marina, la casa es apropiada para grupos de tamaño reducido. Próxima a Barcelona y a la costa, es un buen punto de partida para realizar actividades náuticas y visitas culturales.