Además de la oferta cultural y el atractivo turístico, en Montserrat destaca la amplia producción de alimentos y bebidas arraigados al macizo. Os proponemos una ruta gastronómica por diferentes lugares de esta montaña tan espiritual que se encuentra en el corazón de Cataluña. 

La ciudad de Manresa, ubicada en el centro de Cataluña, es un destino para los apasionados por el arte, la cultura y la historia, pero también lo es para los amantes de la naturaleza. Tanto en la ciudad como en las afueras existen numerosos espacios naturales de gran belleza en los que el agua es la protagonista. 

Del pasto de vacas, ovejas y cabras hasta la mesa en forma de queso y postre lácteo. En el Lluçanès no hay secretos y puedes venir cuando quieras a comprobar todo el recorrido de la leche desde los campos, granjas y procesadoras hasta los restaurantes.

Las comarcas del Bages y Anoia son eminentemente agrícolas y ganaderas, y desde hace unos años, diferentes agrupaciones de productores y cocineros han empezado a recuperar la gastronomía elaborada con productos autóctonos, una cocina con conciencia y de proximidad.

La abundancia de agua es el elemento más característico de Capellades, un pueblo situado en la orilla derecha del río Anoia. El agua modeló los riscos donde vivían los neandertales en la época prehistórica. El agua favoreció la instalación de numerosos molinos de papel a partir del siglo XVII. Y el agua atrae hoy en día a muchos visitantes, encantados de descubrir los pozos, fuentes, lavaderos y balsas que se encuentran esparcidos por las calles de esta villa de dimensiones medianas. ¿Sabes cuáles son los atractivos de uno de los destinos turísticos imprescindibles de las comarcas de Barcelona?

En las comarcas de Barcelona, los beneficios para la salud de las aguas termales son muy conocidos desde la época de la Antigua Roma. Pero estuvo en el siglo XIX cuando se construyeron los bellos balnearios de estilo modernista que todavía funcionan, dando servicio a cualquiera que desee aprovechar sus propiedades terapéuticas y relajantes únicas. En el interior de la provincia o junto al mar, te presentamos cuatro pueblos donde disfrutar de un placer milenario que vuelve a estar a la última y que te ayudará a reconectar y a cuidarte. Ya lo decían los romanos: mens sana in corpore sano.